Actualmente se dice que una marca no existe si no está dentro del internet. Los dueños de negocio admiten que han adquirido mayor visibilidad y sus marcas se han vuelto más populares después de haber abierto su página web. Es un requisito construir el negocio también dentro del mundo digital, y de la misma forma, es indispensable entregar contenidos accesibles en diversos idiomas. Hoy traemos 4 pasos para traducir una página web de manera eficiente y estar al mismo nivel de la competencia.
Paso 1: Selección del contenido
El primer objetivo de una página web nueva es obtener visibilidad, así que es recomendable empezar de lo general a lo específico. Una traducción puede ser una inversión importante, y antes de gastar grandes cantidades de dinero en traducir todo el contenido, lo primero será seleccionar las páginas que tengan prioridad.
Se puede comenzar con las páginas principales, como la página de inicio, la de contacto, los servicios y/o productos más importantes de tu catálogo, etc., e ir descubriendo cómo va reaccionando el mercado al que se está introduciendo. Después del lanzamiento, se pueden hacer optimizaciones y surgirán nuevas versiones mejor adaptadas a los requerimientos de la clientela, así como nuevos objetivos que alcanzar.
Paso 2: Revisión de los formatos de los contenidos
Una vez habiendo elegido las páginas a traducir, se debe considerar el tipo de formato con el que se va a trabajar. Cuando de diseño de páginas web se trata, los traductores se enfrentan tanto a textos en formato HTML como imágenes y elementos gráficos.
Los textos en HTML aparecen acompañados de símbolos o etiquetas que definen el diseño general del texto; tamaño de la letra, fuente, viñetas, párrafos, etc., elementos que la traducción debe respetar. Con respecto a las imágenes, que pueden ser infografías o imágenes con texto, será necesario editarlas para traducir el contenido escrito.
Los elementos gráficos, a pesar de que no requerir una traducción por no incluir textos escritos, también deben ser considerados. Un símbolo puede variar en su significado dependiendo de cada cultura. Por ejemplo, el pulgar hacia arriba representa algo positivo en América y Europa, sin embargo, en algunos países de Medio Oriente es un símbolo ofensivo. Elementos de este tipo deben revisarse con rigurosidad, y considerar si cambiarlos o eliminarlos.
Paso 3: Selección de idiomas
Dependiendo de la estrategia de la compañía y su relación con los mercados a los que apunta, podrás seleccionar los idiomas a los que deseas traducir tu página web. Es importante considerar los países donde tu tipo de producto o servicio tenga mayor popularidad, y con base en esos países podrás seleccionar los idiomas a traducir tu página web.
Paso 4: Traducción y localización
Habiendo cumplido con los tres pasos anteriores, finalmente llega el momento de proceder con la traducción. Para esto es recomendable contratar traductores especializados en la materia de la empresa y preferiblemente hablantes nativos del idioma a traducir. Después de terminada la traducción, será importante también considerar las variantes del idioma a traducir y hacer una localización lingüística para adaptar el contenido a los diferentes mercados.
Recuerda que la traducción de tu página web significa la internacionalización de tu negocio. Se ha demostrado que los usuarios se sienten más cómodos ingresando a sitios web que están en su propio idioma, y por lo tanto sienten mayor confianza al momento de realizar alguna compra. Traducir una página web es la mejor manera de conectarse con el público extranjero.
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